La crema de calabacín es una crema suave y fácil de preparar que nos puede servir como plato inicial en una cena. Es muy sana y saludable, ya que contiene pocas grasas y se compone de verduras y hortalizas en su mayor parte.
Cómo hacer crema de calabacín
Empezaremos pelando y picando en dados pequeños la patata, el calabacín, la cebolla, la zanahoria y el puerro.
Con una cucharada de aceite de oliva, sofreiremos todo lo anterior en una sartén a fuego lento.
cuando la cebolla empieza a estar transparente y la patata y el calabacín comiencen a dorarse es el momento de poner todo en la olla.
Ponemos medio litro de agua en la olla y añadimos el salteado de la sartén, los huesos resultantes de limpiar un pollo y un tercio de vaso de vino blanco. También ahora añadimos el quesito. Añadir un quesito es un truco para conseguir una crema de calabacín más suave y cremosa.
Añadimos una cucharada de sal, cerramos la olla y llevamos a ebullición durante 10 minutos desde qué empiece a salir el vapor.
pasados los 10 minutos abrimos la olla y retiramos con cuidado todos los huesos de pollo, dejando la carne. Es buen momento para desgrasar si fuera necesario.
Ponemos todo en el recipiente de la batidora donde lo trituraremos hasta qué quede una crema suave.
en este caso, para contrastar con la suavidad de la crema, hemos acompañado con un medallón de foie, que le aporta un contraste interesante. así que os animamos a probarlo.
Ya sólo falta servir nuestra rica crema de calabacín y disfrutar de esta receta!
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